En ese momento, el gobernador Juan de la Pezuela ordenó la remodelación de la plaza. Quería convertirla en un paseo público adornado con fuentes. A eso se añadirían cuatro estatuas en sus esquinas que simbolizaban la Industria, Comercio, Agricultura y Navegación.
A mediados de siglo XX las estatuas se trasladaron al Paseo de la Princesa. En su lugar, en las cuatro esquinas de la plaza se colocaron otras tantas estatuas de mármol. Las mismas representan las estaciones de Otoño, Invierno, Verano y Primavera. Curiosamente, estas estatuas iban a ser colocadas en el Paseo La Princesa.
Uno de los edificios más famosos de la plaza es la Casa de la Alcaldía. Sirve como centro de la gobernación municipal capitalina, la Diputación Provincial y el edificio de la Intendencia. El escudo de la ciudad, trabajado en piedra, corona la cornisa de la estructura. El carácter solemne de la gran escalera de la Alcaldía, que conduce a la oficina del alcalde, es único entre los palacios de San Juan.
Actividades en la Plaza de Armas de San Juan
En la Plaza de Armas hay bancos donde sentarse y fuentes. También hay pequeños locales donde comprar bebida o comida. En los edificios que la rodean podemos encontrar también un supermercado. Podemos además encontrar algún restaurante de comida rápida.
En los alrededores de la plaza, encontrarás una variedad de cafeterías y restaurantes que ofrecen la oportunidad de disfrutar de una comida o bebida al aire libre mientras observas la vida de la ciudad.
La Plaza de Armas es un lugar común desde el cual los visitantes pueden iniciar su exploración del Viejo San Juan. Desde aquí, puedes caminar hacia lugares emblemáticos como el Castillo San Felipe del Morro, la Plaza de Colón y las calles empedradas llenas de tiendas y boutiques.