Un bastión o baluarte es un reducto fortificado que se proyecta hacia el exterior del cuerpo principal de una fortaleza. Está situado generalmente en las esquinas de los muros de cortina, como punto fuerte de la defensa contra el asalto de tropas enemigas. El bastión era utilizado como plataforma de artillería, lo que obligaba al asaltante a situar sus baterías de artillería más lejos de los muros, disminuyendo de esta manera su efectividad.
En este caso, la fortificación tenía unas vistas inmejorables de la Bahía de San Juan. No solo se convirtió en un importante punto defensivo sino también en un lugar de vigilancia. Hay que recordar que la ciudad sufrió durante décadas los ataques de los piratas y de las tropas inglesas. La ubicación estratégica de la fortificación la hace un lugar ideal para tomar fotografías y disfrutar del paisaje.
Visitar el Bastión de San Agustín
El Bastión de San Agustín forma parte del Sitio Histórico Nacional de San Juan. Sucede lo mismo con el resto de bastiones de la capital de Puerto Rico. Por lo tanto, no tendremos ningún problema en entrar a su parte superior. En este caso es una zona ajardinada antes de llegar a las piedras que conforman el muro. Los visitantes pueden explorar el interior de la fortificación, conocer su historia y apreciar su arquitectura defensiva.
Su importancia en la defensa de la ciudad lo convierte en una parada esencial para quienes desean explorar la historia y la arquitectura de Puerto Rico, así como disfrutar de las vistas panorámicas de la costa del Atlántico.